Dentro del grupo de los reptiles se encuentra una especie que, cada vez más, gana preferencia en Europa y América del Norte como mascota. Se trata de la iguana verde o iguana -iguana, ejemplar originario de Centro y Sud América.
Las iguanas suele cambiar su piel constantemente. Aunque este proceso depende de la comida, el estrés del individuo, el terrario y otras características del lugar donde se encuentre, puedes ayudar a tu mascota. No se trata de que le elimines la piel que se está cayendo, eso podría dañarla, sino de sacarle las pequeñas porciones de piel que ella no puede quitarse, como por ejemplo, los restos alrededor los ojos, los orificios nasales, papada y a boca.
GENERALIDADES
Las iguanas, como animales poikilotermos, poseen una temperatura corporal que varía según la ambiental. Una iguana verde debe mantener su temperatura entre 29 y 39 C°, en horas del día, y al caer la noche, alrededor de los 20 y 25 C°.
Es vital que las temperaturas se mantengan en estos rangos pues de ellas depende que el animal ejecute correctamente los procesos de alimentación, reproducción y digestión. Lograr un gradiente térmico a partir de colchones eléctricos, rocas calientes y lámparas te garantizará que tu mascota regule su temperatura mientras se mueve por distintas zonas.
Por su parte, la humedad ideal para una iguana es de entre un 50 y un 70 por ciento.
En su hábitat natural, la iguana nada en ríos, por lo cual, mientras el agua de la casa no sea clorada, es posible bañarla. Para ello, debes usar agua tibia, es decir, ni muy fría ni muy caliente. Ten en cuenta, además, que algunas iguanas prefieren defecar dentro del agua.
La madurez sexual de las iguanas se alcanza cuando el individuo arriba a los 16 años. Sin embargo, esta especie se considera adulta a los 18 años y cuando mide 21 cm. de largo.
La iguana verde es un animal muy territorial, por lo cual es frecuente que se estresen ante el contacto de otras iguanas. Esta situación implica que debas evitar los espejos donde puedan mirarse.
CUIDADOS DE LAS IGUANAS
La iguana es una experta en escaparse. Por esto debes colocarla en una jaula segura, cuyas paredes sean suaves y continuas, algo similar a un acuario de cristal. Este tipo de jaula te permitirá observarla mejor, así como higienizarla con facilidad y frecuencia. Es apropiado, además, colocar dentro de la jaula una rama para que la iguana suba por ella.
Por otra parte, la iguana no debe colocarse en lugar donde se encuentren otros ejemplares de su especie. En caso de tener más de una iguana, asegúrate de contar con el espacio suficiente. Expertos aseguran que la distancia mínima entre dos individuos debe ser de una y media veces el largo del animal por dos tercios de su ancho, así como de una vez la altura del ejemplar.
La iguana no debe deambular sin supervisión por la casa pues, además de resfriarse, puede ser pisoteada o atacada por otras mascotas que habiten la casa.
ALIMENTACIÓN DE LAS IGUANAS
Existen dos formas fundamentales de ofrecerle agua de beber a una iguana. Por lo general, esta especie gusta de beber el agua de platos bajos en los que pueda bañarse. Sin embargo, para aquellas que no se adapten es mejor un sistema de goteo, mediante el cual el agua caerá antes sobre hojas y ramas, para que luego la iguana la beba de ellas.
Las iguanas componen su dieta a partir de verduras y frutas, las cuales deben lavarse, picarse y mezclarse para que el animal las coma con gusto. No obstante, las iguanas juveniles que se crían en cautiverio deben comer, además, proteína animal.
La frecuencia de alimentación de las iguanas varía según su edad y peso. Los recién nacidos comerán dos veces al día alimentos picados; los juveniles una vez al día, y adultos, cada 24 a 48 horas.
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